La semana pasada ya estrenamos el estilo ecléctico aquí en el blog visitando
un bonito mini apartamento, y hoy nos vamos de visita a una preciosa casa
decorada con este estilo. Parece que el estilo ecléctico ha llegado al blog
para quedarse. Aunque para quedarse, creo que soy yo el que se va a quedar para
siempre en esta casa de campo como ponga un pie en ella. ¡Es súper adorable!.
Parece que lo ecléctico está de moda porque cada vez que busco decoraciones
para mostraros aquí en el blog, encuentro más ejemplos de este estilo. Y la
verdad que no me extraña porque es un estilo muy acogedor y bonito. Además,
siguiendo las bases de este estilo podemos crear muchas decoraciones distintas,
casi adaptadas al gusto de cada uno pero sin cambiar de estilo. Cosa que no se
consiguen con otros como el industrial o el clásico. Pero como aquí podemos
seleccionar elementos de distintos estilo y épocas pues... mini punto
para el estilo ecléctico 😆.
Es poner el pie en el porche de esta adorable casita y transportarte a un
lugar casi de cuento. Desde que cruzas la puerta, sabes que estas en un lugar
acogedor, calido y cómodo. Creo que no hemos visitado antes una casa que
transmitiera todo esto al mismo tiempo, siendo además una casa relativamente
pequeña. Digo relativamente porque se trata de una casita de campo, donde ir a
pasar unos días y desconectar de todo. Ya me imagino sentado en el sofá frente
a la chimenea, viendo llover a través de las puertas acristaladas. De
todas formas aunque sea una casita de fin de semana, su decoración me parece fantástica
y que se puede trasladar perfectamente a cualquiera de nuestros hogares.
Sin lugar a dudas lo que mas me gusta de esta casita es precisamente su
estilo, mejor dicho su mezcla de estilos. Lo que es la esencia del estilo ecléctico.
En este caso han mezclado elementos de estilo rustico y otros de un estilo mas clásico.
Por ejemplo me han encantado esos detalles que recuerdan a un granero, como la
pared de chapa, los cubos haciendo de lámparas o los cestos metálicos como estanterías.
Y por otro lado los toques clásicos, como los sofás, el reloj, la bañera o las
sillas y mesas exteriores.
Yo me he enamorado de este lugar, ya no solo por su preciosa decoración si
no también por su entorno tan idílico. Es desde luego un escenario perfecto
para relajarse y pasar un fin de semana romántico. Así da gusto comenzar la
semana ¡Feliz Lunes!
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